Cómo Sabemos Que Jesus Vivió Una Vida Sin Pecado y Por Qué Un Dios Que Quiere Salvar a Los Pecadores Tiene Que Permitir El Asesinato

Paul explica como una persona puede saber que Jesús vivió una vida sin pecado, y él explica porque un Dios que quiere salvar a los pecadores tiene que permitir males horribles.

Texto - Publicación: Octubre 18, 2018

Audio - Publicación: Octubre 17, 2018

Video - Publicación: Octubre 16, 2018

Autor(es)/Autora(s): Paul Larson

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¡Hola, que tal! Soy Paul D. Larson de Fe Creíble. ¿Alguna vez te has preguntado cómo podemos saber que Jesús Cristo vivió una vida sin pecado? ¿O te has preguntado por qué Dios permite que ocurran actos de maldad horrendos en este mundo? Al principio, podrías pensar que esas dos preguntas no están relacionadas, pero sí lo están, y me gustaría explicar por qué un Dios quién envía a Jesús a morir por los pecadores puede admitir que se ejecuten horrendos actos de maldad para que los pecadores puedan salvarse. Hay muchas razones por las cuales Dios podría permitir que ocurran ciertos males, pero ahora, quiero enfocarme en un motivo principal por el cual Dios los permite: Dios permite el mal y el sufrimiento porque el detener esos actos de maldad eliminaría nuestro conocimiento de que Jesús vivió una vida sin pecado y tomó el castigo dirigido a los pecadores sobre sí mismo. Dios no contestará a una petición que lo detenga de tratar de salvar a los pecadores.

Acorde con nuestra propia experiencia, el apóstol Pablo dijo que todos han pecado, y el testimonio bíblico junto a nuestra propia razón nos dicen que merecemos el castigo por nuestras elecciones moralmente incorrectas. Ahora, si un pecador (tú y yo) merece el castigo por su propio pecado, él mismo no puede tomar sobre sí el castigo que merece otro pecador. Lo mismo se aplica en el sistema de justicia en los Estados Unidos y en otros lugares. Si cometes un delito y un juez te envía a prisión, el juez no aprobará que tu condena cuente tanto para el crimen que tú cometiste como para el que cometió el otro delincuente. La única manera de que tú pagues la condena a prisión de otro delincuente es siendo inocente ante la ley.

De modo similar, la única forma en que una persona puede tomar el castigo de un pecador es si esa persona no es un pecador. Dado que el apóstol Pablo dijo que todos pecaron, y que nuestra propia experiencia nos demuestra que Pablo tenía razón, la única esperanza para que el hombre se salve del castigo que merece sería que Dios mismo venga al mundo, viva una vida sin pecado, dé su vida en lugar de los pecadores y tome el castigo que merecen para evitar que sufran esa pena.

Los Cristianos creen que, efectivamente, Dios hizo esto. Los Cristianos afirman que Jesús era Dios mismo y que Jesús vino a este mundo, vivió una vida sin pecado y sufrió una muerte expiatoria bajo la incitación de los líderes religiosos judíos y de la mano de las autoridades romanas. Entonces, ¿cómo saben los Cristianos que Jesús vivió una vida sin pecado y que él era Dios mismo? No estábamos allí para observar cada cosa que Jesús hizo, e incluso si hubiéramos estado, Dios discierne los pensamientos ocultos a la vista y las intenciones del corazón. Entonces, alguien podría suponer que Jesús pudo haber pecado secretamente en su corazón, incluso si nunca hubiera llevado a cabo el pecado en el mundo exterior donde alguien podría verlo. Sé que he pecado en mi corazón muchas veces, pecados que nadie más que Dios pudo haber visto. ¿Cómo sabríamos si Jesús no pecó secretamente en su mente de la misma manera que yo he pecado secretamente en la mía?

A la luz de esta consideración, los pecadores que tienen que ser salvados del castigo que se merecen deben tener una forma de saber que Jesús realmente vivió una vida sin pecado y, por lo tanto, tomó ese castigo para sí mismo. No es suficiente para Jesús venir al mundo, vivir una vida sin pecado y morir como un sustituto de otros sin que nadie tenga suficiente evidencia para saber que sucedió. Los pecadores no solo necesitan un salvador, también deben tener suficiente evidencia para saber que hubo alguien cuya vida sin pecado reunió los requisitos para ser un salvador.

El Cristiano tiene una manera de saber que Jesús fue ese salvador sin pecado por el hecho de que Dios levantó a Jesús de entre los muertos, lo cual Dios no habría hecho si Jesús hubiera pecado. Por supuesto, el Cristiano también puede ver lo que Dios ha dicho en su palabra con respecto a la santidad de Jesús si el Espíritu da testimonio interno al lector de las Escrituras de que lo que está leyendo fue inspirado por Dios. Pero para alguien que está dudando o para un no creyente, simplemente afirmar que los pasajes en el Nuevo Testamento sobre la santidad de Jesús fueron inspirados por Dios, no sería convincente. Para el no creyente o el creyente que tiene dudas, la resurrección de Jesús nos da un buen argumento para creer que Jesús nunca pecó. La explicación para la santidad de Jesús, y de su capacidad para ser el salvador que recibe nuestro castigo sobre sí mismo, se puede exponer de esta manera:

1) Dios juzga los pensamientos e intenciones del corazón, por esa razón, Dios considera que algo es un pecado cuando alguien tiene la intención en su corazón de hacer ese acto, incluso si la persona es detenida de llevar a cabo esa intención externamente por la fuerza o falta de oportunidad, o por otras razones egoístas.

2) Si Jesús tuvo una intención secreta de pecar, en su corazón o en su mente, por consiguiente Dios habría contado esa intención como un pecado y Jesús habría sido un pecador como nosotros.

3) De la misma manera que Dios no nos resucita de entre los muertos permanentemente porque somos pecadores (puesto que la muerte física es la maldición de Dios por el pecado), Dios no hubiera levantado a Jesús de entre los muertos permanentemente si él hubiera pecado. (Las resurrecciones de Lázaro y otros fueron solamente temporales y tuvieron el propósito de revelar y glorificar a Cristo; así, no son contra-ejemplos pero confirman la afirmación que Jesús vivió sin pecado, dado que Dios no habría glorificado a un pecador en tal manera.)

4) Por lo tanto, el hecho de que Dios resucitó a Jesús de entre los muertos es su propio testimonio de que Jesús nunca pecó, ya sea externamente o en las intenciones secretas de su corazón, lo cual es evidencia suficiente para nosotros de que Jesús fue un sacrificio sustitutivo que recibió el castigo que merecían los pecadores.

Con este razonamiento, a pesar del hecho de que gran parte de la vida externa y la vida mental interna de Jesús nunca fueron contempladas por los humanos, el Cristiano aún puede basar su convicción de que Jesús vivió una vida sin pecado y fue el mismo Dios en la conclusión histórica de que Dios levantó a Jesús de entre los muertos, algo que no haría si Jesús hubiera pecado. Pero, ¿y si el Cristiano no supiera que Jesús fue resucitado? ¿Qué pasaría si la evidencia de la resurrección fuera tan débil que no seríamos justificados al creer que la resurrección realmente sucedió? En ese caso, un pecador se quedaría sin su evidencia más fuerte para creer que Jesús vivió una vida sin pecado, y por tanto el pecador no sabría que Jesús vivió una vida sin pecado. Pero si un pecador no sabe que Jesús vivió una vida sin pecado, entonces tampoco sería justificado al creer que Jesús ha salvado al pecador del castigo que merece.

En efecto, si quitas la capacidad de saber que la resurrección tuvo lugar, le impides la salvación al pecador. Ese es el punto que me gustaría que recuerdes: si me quitas la capacidad de saber que la resurrección sucedió, me quitas mi salvación. Fue a la luz de esto que el apóstol Pablo pudo decir que si Cristo no ha resucitado, nuestra fe es inútil y todavía estamos en nuestros pecados (1 Corintios 15:17).

Bien, puedes estar preguntándote, ¿qué tiene esto que ver con el problema de la maldad? Esa es una buena pregunta, y es cierto que podría no verse inmediatamente como obvia la relevancia que tiene esto para la pregunta de por qué Dios permite actos de maldades horrendos. Pero espera conmigo solo un poco más. Consideremos la sugerencia de que Dios debería evitar que las personas matasen en todo tiempo y en todas partes. Si Dios debe impedir que las personas maten a otras, entonces las autoridades judías y romanas no habrían matado a Jesús, y si él no hubiera muerto, él no hubiera resucitado de entre los muertos.

Además, los discípulos no habrían sido asesinados por su fe en la resurrección si Dios impidiera que las personas mataran, pero el sufrimiento, las dificultades y la muerte de discípulos es la razón principal por la que estoy justificado para creer en la resurrección en lugar de creer la teoría de que los discípulos estaban engañando a la gente sobre una resurrección que en realidad nunca tuvo lugar. Entonces, si Dios detuviera el asesinato de Jesús y el de los discípulos, yo no sabría que Jesús se levantó de entre los muertos, y por lo tanto no sabría que él era un salvador sin pecado cuya sangre pagó el precio de todos los pecados. Entonces, si Jesús va a salvarme de mis pecados, Dios tiene que permitir que los discípulos y Jesús sean asesinados.

Ahora, alguien podría responder a esto diciendo: "¿Y qué? Sí, es posible que Dios tenga que permitir el asesinato de Jesús y el de los discípulos para que nosotros sepamos que éstos estaban diciendo la verdad sobre la resurrección, ya que seguramente no sufrirían y morirían por algo que era mentira. Pero eso no significa que Dios deba permitir que otras personas sufran actos de maldades horrendos. Dios sigue siendo injusto por permitir esa y otras maldades."

Ciertamente puedo comprender a alguien que lo siente de esa manera, pero si Dios detiene las matanzas y los asesinatos en todo momento y lugar, nos volvemos a encontrar con el problema de no saber que Jesús vivió una vida sin pecado y, por lo tanto, no saber que él fue capaz de recibir nuestro castigo en sí mismo. Por lo tanto, si Dios detuviera las matanzas en otros momentos y lugares en la historia humana, las personas que serían salvadas físicamente en esta vida no tendrían una forma de salvarse del castigo eterno por sus pecados en la próxima vida.

Déjame explicarte por qué es eso. En nuestro mundo, tenemos una cantidad de informes históricos antiguos sobre diferentes discípulos que murieron por afirmar la resurrección, y esos informes son creíbles precisamente porque sabemos que Dios usualmente no impide que las personas se maten entre sí. Entonces, en nuestro mundo, tenemos que explicar por qué tantos hombres morirían por la misma y única afirmación milagrosa. La mejor explicación histórica es que Jesús realmente se levantó de entre los muertos.

Pero en un universo alternativo, si Dios impidiera el asesinato en cada momento de la historia de la humanidad, incluyendo toda nuestra experiencia en nuestros tiempos modernos, ¿por qué deberíamos confiar en esos informes antiguos sobre discípulos que mueren por afirmar la resurrección? Esos informes perderían gran parte de su credibilidad. Si Dios impidiera que las personas se mataran entre sí en toda la historia de la humanidad, excepto en el caso de Jesús y sus discípulos, mucha gente, incluyéndome a mí, sería bastante escéptica sobre algunos de los informes históricos antiguos de que los discípulos realmente murieron por su creencia en la resurrección. Y si no creemos en los informes sobre los discípulos sufriendo y muriendo por su creencia en la resurrección, entonces no tenemos la seguridad de que Jesús realmente resucitó de entre los muertos, y si no estamos seguros de que Jesús resucitó de entre los muertos, hemos perdido nuestra base histórica principal para saber que Jesús vivió una vida sin pecado y por lo tanto perdemos la salvación de nuestros pecados. Antes de que llegue el momento del juicio final, Dios no dejará de intentar salvar a los pecadores, por lo que no consentirá en nuestra protesta de detener el asesinato y las matanzas cuando esos asesinatos son los que nos permiten saber que Dios mismo vino al mundo, sufrió y murió de tal manera que los pecados de personas como tú y como yo pudieran ser perdonados y tú evadas el tormento interminable del infierno.

En efecto, si todo lo que hicieras fuera expresar que Dios siempre debería detener los asesinatos, entonces eliminarías mi conocimiento de que Jesús resucitó de entre los muertos, lo que arrebataría mi salvación y la de los demás en este mundo del castigo que nos merecemos por nuestros pecados. Dios quiere salvar a los pecadores de ese castigo, y no le dará la espalda a los pecadores que necesitan esa salvación, que en el caso de implementarse nuestra solución a los actos de maldad horrendos, requeriría que él hiciera.

Si no eres un Cristiano, debes saber que Jesús vino a este mundo, vivió una vida sin pecado y murió como sacrificio para que los pecadores como tú y como yo tuvieran una forma de escapar del castigo que merecemos por nuestros pecados. Ven a la cruz de Jesús Cristo. Confiesa que eres un pecador y pídele que tome tus pecados sobre sí mismo para que puedas vivir en una relación de amor con él y con los demás por la eternidad. No hay pecado demasiado grande que no podría ser perdonado por Dios. Cualquiera que sea tu historia, no hay nada que hayas hecho que le impida darte vida eterna si vienes a él en arrepentimiento. Puede que no quieras ser salvo, pero al menos deberías simpatizar con Dios si su intención fuese salvar a los pecadores y si permitiese el sufrimiento y el mal porque esa es la única forma en que Él puede salvar a esos pecadores.

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